Unos, están a punto de comenzar una vez más sus vacaciones de este año. Un viaje conocido pero a la vez desconocido, nunca son las cosas iguales, podrás pasar por el mismo sitio mil veces, pero cada vez te sorprenderá algo diferente, casi siempre el detalle más insignificante, es el que con más cariño se recuerda. Yo ahora estoy recordando como algo que nunca se me olvidara, el momento, la primera vez que arribamos a las costas griegas por primera vez Mundi, Jaione y Yo. Llegamos a un mundo desconocido, de leyenda para nosotros y al igual que el legendario Ulises, en su rumbo perdido por los mares antiguos, también nosotros nos despertamos en nuestra nave con las primeras brumas del amanecer griego, allí en las costas de Igoumenitsa,pinchar todo era de un cálido suave, aterciopelado. Sorprendidos y con la boca abierta aparecimos entre esa bruma con poco más o menos veintitrés años, después han sido más veces, todas diferentes e iguales a la vez.
Solo desear a los argonautas que están a punto de salir hacia su Colquida que encuentren una vez más su vellocino de oro
